Messiaen, Olivier - Tratado de Ritmo, Color y Ornitología - Tiempo psicológico

B) tiempo psicologico

El otro aspecto del tiempo interior es el tiempo psicologico. Nuestra conciencia no registra el tiempo fisico sino que su propio movimiento, la serie de sus estados concientes bajo la influencia que viene del mundo exterior. El tiempo es la materia prima de la vida psicologica. La duracion mental no es un instante que reemplaza otro sino que es una progresion contínua del pasado. Gracias a la memoria, el pasado se apila sobre si mismo. Se conserva automaticamente. Abarcandolo todo, nos sigue en cada instante. Es evidente que pensamos solo desde una pequeña porción de nuestro pasado, pero es desde el pasado total que sentimos, deseamos y actuamos. Somos una historia. Y la riqueza de esta historia expresa la riqueza de nuestra vida interior antes de morir. Sentimos confusamente que no somos la misma persona hoy que la que fuimos ayer. También sentimos el pasar de los días más rápidamente cada dia. Pero ninguno de estos cambios es lo suficientemente preciso o constante como para ser medido. El movimiento intrínseco de nuestra conciencia es indefinible. Otherwise, we would say that it does not interest all mental functions. Hay algunas que no son modificadas por la duracion. (id 195, 196.)

Diferentes percepciones del tiempo acorde a la edad

Los minutos, horas y años son diferentes para cada individuo como tambien asi para cada periodo de la vida del individuo. Un año es más largo durante la niñez, y mucho más corto en la etapa adulta. Este tiene un valor diferente para un niño que para sus padres. Es mucho más preciado para los primeros porque abarca una unidad temporal mayor en la totalidad de su propia vida… los días de la niñez nos parecen muy lentos. Estos nos resultan desconcertantemente rápidos en nuestra etapa adulta… El tiempo físico pasa a una velocidad uniforme, mientras que nuestra propia velocidad disminuye constantemente. Es como un gran río que atraviesa la llanura. Durante el alba de su vida, el hombre camina alegremente por sus orillas y sus aguas le resultan mansas. Pero su causal acelera poco a poco. Alrededor del mediodía, estas ya no se dejan ser sobrepasadas. Cuando llega la noche aceleran nuevamente su velocidad. Y el hombre se detiene para siempre, mientras que el río continua incesantemente su curso. En realidad, el río jamas a cambiado su velocidad sino que es la velocidad de nuestra marcha la que se volvió más lenta… Percibimos oscuramente que la marcha incesante de nuestro tiempo inferior se aletarga, dicho en otras palabras, de nuestro proceso psicológico. Cada uno de nosotros es el hombre que camina a la vera del río y se sorprende de ver el curso del agua acelerarse. (id. 221, 222.)

Estos tipos de eventos ocupan la vida de un niño! Algunos físicos, otros psicológicos: Formación del esqueleto, formación de la personalidad física y mental, la intensidad del metabolismo (transformaciones provocadas por los movimientos nutricionales), cambios constantes en el plasma en sangre - coordinación visual y motriz, y construcción del espacio - organización de agentes externos, representación de la continuidad y la construcción del tiempo - Conciencia de las relaciones o desarrollo de la inteligencia, estudio de lenguaje (paso de monólogo a diálogo), desarrollo del juicio, de voluntad, desarrollo de la conciencia moral - desarrollo del yo.

Si la niñez incluye un gran número de eventos físicos y psicológicos, la adultez incluye menos y aún menos en la adultez. Es por esto que a pesar del número de años proporcionalmente inferior al resto de nuestra vida, la niñez nos resulta, y efectivamente es más larga. Reiteremos dos leyes de la duración real:

a) Sensación de duración presente. Ley “mientras mas eventos contenga el tiempo, más corto nos parece - mientras que cuando más vacío esté, más largo nos parece” (Cullivier)

b) Apreciación retrospectiva del tiempo pasado. Leyes inversas “mientras más eventos contenga el tiempo, más largo nos parece - mientras que cuanto más vacío esté, más rápido nos parece” (Cullivier)

La segunda ley me parece mucho más evidente que la primera. Inicialmente porque la primera da cuenta del presente y este no es fácilmente apreciable en tanto que este está completamente cargado de ecos del pasado y anticipaciones del futuro. Y en segundo lugar, dado que resume perfectamente el sentimiento de mi propia duracion: mi infancia ha durado más que el resto de mi vida. A nuestra apreciación retrospectiva del tiempo pasado y las leyes que la engendran está atada una ley que es específica al tiempo musical: la ley de relación entre ataque y duración, que condiciona el orden cuantitativo por el orden fonético.

Ley de relación entre ataque y duración

En una misma duración, un sonido breve seguido de un silencio parece más largo que uno prolongado. Algunos ejemplos. Para entender mejor esto, uno debe tener en cuenta que un sonido preparado desde el silencio es una utopía, que el silencio aislado es una excepción de orden dramático, y que la vasta mayoria de silencios se aunan al sonido que les precede (como aqui se muestra)

a) 2 corcheas con puntillo y dos silencios de semicorchea / b) dos negras a) 2 corcheas y dos silencios de corchea / b) dos negras a) 2 semicorcheas y dos silencios de corchea con puntillo / b) dos negras

Todos los ejemplos “a” son ejecutados al mismo tempo que los “b”. Todos los ejemplos “a” son más o menos staccatos fuertes o son, al menos, más secos que los legatos de las duraciones de los ejemplos “b”. Cronométricamente, metronómicamente, los ejemplos “a” son de exactamente el mismo valor y duración que los “b”. Por sobre todo, los ejemplos “a” parecen más largos que aquellos marcados “b”. ¿porque?. Respuesta: Dos casos. Primer caso: sonido y silencio - segundo caso: sonido solo. En el primer caso (sonido y silencio), dos eventos (sonido y silencio). en el segundo caso, un solo evento: sonido. Todos los ejemplos “a” incluyen cuatro eventos: dos sonidos, dos silencios. Todos los ejemplos “b” incluyen dos eventos: dos sonidos. Resultado: todos los ejemplos “A” parecen más largos. Sabemos que en lo que consta al tiempo musical, memoria y anticipación juegan un gran papel. Como resultado, memoria e intuición tienen mucha, quizás más, importancia que la respuesta auditiva directa e inmediata. Cada sonido-duración que yo percibo está conectado en mi mente al sonido-duración precedente (que ya conozco), y por ende el siguiente sonido-duración (que hasta ahora desconozco). Aplicando la ley de relación entre ataque y duración, la mente conserva la memoria de un cierto número de eventos, y es este numero que influencia mi apreciación de las duraciones. André Souris va mucho más lejos que esto. Cito “una opinión común asigna un valor rítmico predominante a los instrumentos de percusión, y en general, a toda la música que es seca y desconectada, por oposición a la música sostenida, que llamamos mas “melodica””. Esta ilusión es doblemente instructiva. Nos permite probar la validez del principio que confiere un valor absoluto al ritmo en tanto este organiza la duración. Imaginemos una melodia relativamente lenta tocada por un xilofono y, a continuacion, por un violin: ¿de que modo podemos llamar a la primera duracion mas ritmica que a la segunda? En cada caso, el mismo “plan ritmico” organiza el desarrollo de intervalos y el tiempo cronometrico de la melodia. Si es cierto que el ritmo tiene un valor absoluto, entonces ambos casos permanecerian identicos el uno al otro y todo lo que podriamos decir es que la melodia ha sido ejectudado primero staccato y despues legato, en otras palabras, el mismo ritmo ha organizado diferentes cualidades sonoras y juegos propios del xilofono y el violin. Pero esta prueba, en lo que a esta le consta, nos recuerda que es todavia incompleta. Solo tiene en cuenta las diferencias pertinentes a la materia sonora. Si tomamos en cuenta la impresion total producida por cada una de estas dos ejecuciones, podemos observar que no es solamente los juegos propios de cada instrumento y sus cualidades percibibles que transforman la materia, el “cuerpo” de la melodia, pero tambien la naturaleza misma del tiempo, su desarrollo, esta siendo afectado. Cuando se toca en un xilofono, la melodia se desarrolla en una duracion cualitativamente mas larga que cuando esta tocada en el violin. Con esto probamos que la duracion musical no es de orden cronometrico y, en conclusion, que la musica no se desarrolla en un tiempo que le antecede, un tiempo “fisico”, sino que crea su propio tiempo que se expande, contrae, colorea y valora. Un ritmo concreto, o un ritmo ejecutado, posee por derecho propio un tiempo organico, independiente del tiempo metronomico, que le confiere a este todas las condiciones de su ejecucion. Para probar la elasticidad de este tiempo, solo nos alcanza con modificar los diferentes factores que lo crean. Encontramos, en este momento, que la duracion organica de una melodia, ejecutada en el mismo tiempo metronomico, puede modificarse en si misma acorde a su expresion: 1) en diversos modos de ataque (percutido, punzado, sostenido); 2) en diferentes ornamentaciones; 3) en el registro agudo o el grave; y 4) en su instrumentacion. En general, puede ser dicho que esta duración se estirará proporcionalmente a la brevedad de los sonidos, la fuerza de su intensidad, la altura del registro (respecto a las variaciones de los diversos instrumentos, son demasiado numerosas y sutiles para ser generalizadas).

La interpretacion del interprete puebla la refutacion de este estiramiento organico(?): para mantener cualitativamente una duracion mas o menos pareja, deben modificar inversamente el tiempo metronomico de las variaciones de la duracion interna. si desacelera, ellos aceleran (en detache, forte y en registro agudo), si desacelera, el interprete acelera (mediante legato, piano y en el registro grave). Para unificar el tiempo musical, el tiempo fisico debe ser modificado. Es entonces que cierto rubato aparece (en relacion al metronomo) dando la impresion de tiempo riguroso, asi la ejecucion producira un rubato en relacion al metronomo (André Souris, Polyphonie, "Le rythme concret.")•“*

Para cerrar esta disertacion en el tiempo humano y sus repercusiones en el tiempo musical. Cito una vez mas algunas frases penetrantes de Gisele Belet sobre memoria y anticipacion en la musica, que nos dan una nueva perspectiva sobre el tema.

La memoria, en vez de ser irremediablemente fija, participa en la creatividad movil del tiempo, en la variabilidad de nuestras anticipaciones acorde a nuestros deseos presentes, el pasado cambia perpetuamente de significado… esperar y recordar estan intimamente conectados el uno al otro: Espero el retorno de un tema en el compas donde yo lo recuerdo y puedo predecir el futuro de la obra en relacion con su pasado. Y la memoria de sonoridades melodicas pasadas hace que determinada anticipacion aparezca invenciblemente dentro mio, orientada alrededor de ciertas sonoridades privilegiadas, que yo “reconozco” en el momento que las escucho. Tanto en la duracion musical como en la duracion real, hay una prevalencia de anticipacion en la memoria, si la memoria domina la ancipacion: la obra musical, como nuestra vida misma, se orienta hacia el futuro, and memory has a sense in only one or the other by the anticipation which it rouses. Tambien, la inticipacion es el principio formal y el sentido central que continuamente sostiene la forma sonora. Crea el placer de ejecutar y regula a la tecnica misma del ejecutante. (Gisèle Brelet, Le temps musical, "Les sentiments temporels," 572, vol. 2.)'^